martes, 16 de agosto de 2011

Garcilaso de la Vega


OBRA POÉTICA
Las obras de Garcilaso se conocen a través de una antología que estaba en poder de su amigo Boscán y que la esposa de éste publicó a la muerte de ambos poetas.
Temas centrales
Los dos grandes ejes de la obra garcilasiana serán el amor y la naturaleza.
El amor. En Garcilaso hay una mayor emoción y un sentimiento más auténtico que en Petrarca (máximo inspirador de la lírica renacentista). Fue Isabel Freire la principal inspiradora de la poesía amorosa de Garcilaso. Esta inspiración se manifiesta en dos vertientes:
-El tono desengañado (composiciones motivadas por el matrimonio de Isabel).
-El tono doloroso de las obras que lloran su muerte.
La honda melancolía de su poesía es motivada por el amor no correspondido, o por la muerte de la amada. Garcilaso manifiesta su dolor, ocultando a veces su personalidad tras la figura de algún imaginario pastor. Nuestro autor sufrió también, como la mayor parte de los poetas de su tiempo, la influencia de las doctrinas neoplatónicas del amor, pero la profunda verdad de sus sentimientos amorosos le alejó de las idealizadas abstracciones. La amada no es en su obra una mera encarnación del ideal femenino que puso de moda el platonismo rta, sino la mujer real que le inspiró una gran pasión amorosa. Aunque hay que advertir que no toda la producción de Garcilaso ofrece el tono de resignada tristeza que acabamos de señalar.
La naturaleza. Tras el amor encontramos como segundo tema fundamental la descripción de la naturaleza, sobre todo en las églogas I y III escritas con posterioridad a su viaje a Italia. En ellas es decisivo, aparte del influjo de Petrarca, el de la tradición bucólica grecolatina que le llega a través de Samnazaro.
De acuerdo con el tópico pastoril, el poeta nos presenta una naturaleza finamente estilizada en la que todo tiende a producir una sensación de armonía y sosiego:
Un “verde prado de fresca sombra lleno”, en el que “un viento fresco, manso y amoroso” mece suavemente “los verdes sauces” o algún “alta haya”; “un dulce y claro río” cuyas “corrientes aguas, puras, cristalinas” bañan “con manso ruido” alguna “verde y deleitosa ribera” “sembrada de flores” constituyen el escenario obligado de “el dulce lamentar” de algún enamorado pastor.
La naturaleza aparece como un oasis de belleza absoluta y como un fondo sobre el que se destaca los propios sentimientos del autor. Garcilaso acude al paisaje virgiliano por una íntima necesidad que se apoya en una cierta afinidad temperamental.
En Garcilaso la naturaleza hará suyo el dolor del poeta, quien, a su vez hablará continuamente con los elementos de la naturaleza y dentro de éstos sus íntimos confidentes serán: las aguas de las fuentes y los ríos.
Otros temas aparte de estos son:
-La fugacidad de la vida: desde el canto de Salicio al referirse al tiempo pasado mediante la antítesis ausencia/presencia, Ubi sunt (estrofa X, XX, XXVI).
-La muerte: no hay espanto a la muerte, se acepta serenamente. Se expresa la muerte como lo único que pueda prolongar el amor, a la vez la muerte de su amada era la causa de su llanto.
-La mitología: presencia continua de elementos mitológicos, pero es un tema auxiliar, aparece en función de otros temas. Los mitos que aparecen están tomados sobre todo de la Metamorfosis de Ovidio. (El que Garcilaso imite a otros poetas, lo convierten en un poeta culto; la imitación no era un defecto en el renacimiento sino todo lo contrario)
Versificación
A un cambio temático de influencia clásica e italiana supone un cambio en la versificación. La diferencia que hay entre la poesía de la E/M y la del Garcilaso es abismal. En la lírica precedente dominan los versos cortos, y para la poesía solemne se reservaba el verso de arte mayor castellano.
Aparece en el renacimiento el endecasílabo que se combina con el heptasílabo.
Las innovaciones traídas de Italia son: canción, soneto, terceto, verso suelto, octava rima, lira, rima interna.
Las estrofas más usadas serán:
-La estancia (usada en la égloga I y II, y la canción I, II, III, IV).
-Los tercetos (égloga II y elegía).
-La octava (égloga III).
-Introduce de modo definitivo, y además dándole un cadencia y musicalidad maravillosa, la estrofa conocida con el nombre de lira (canción V).
-Utiliza los verso sueltos en la epístola a Boscán y
-La rima interior en la égloga II:
Tras acueste que digo se veía
El hijo de D. García, que en el mundo
Sin par y sin segundo, sólo fuera...
Estilo
Su estilo se caracteriza por la misma elegante sobriedad que observamos en la expresión de sus sentimientos y en la descripción de la naturaleza. Lejos de la artificiosidad de la lírica cortesana del s. XV, el lenguaje poético de Garcilaso es llano y natural. En sus versos todo está armonizado musicalmente. Las notas esenciales de su estilo son: musicalidad, mesura, elegancia, sobriedad, selección de vocablos.
Su talante afectivo se manifiesta mediante adjetivos, epítetos de carácter afectivo (dulzura, tristeza, gravedad).
El resto de las características estilísticas pertenecen a la retórica renacentista:
- Buen gusto en el uso del castellano aproximándose a la naturalidad
- Equilibrio y simetría en las estructuras:
* Bimembración de ver.
* Duplicación y triplicación de elementos.
Y que vuestro mirar ardiente / honesto” “mueve, esparce, desordena” (Soneto XXIII)
“Clara / cristalina”; “verde / fresco”; “Dulce / blandamente”.
(Égloga I)
Este mismo equilibrio y simetría se produce incluso en la estructura interna de la égloga: dos elementos: dos pastores: Salicio (desdén) y Nemoroso (amor feliz).
- Hipérbaton poco marcado.
- Paralelismos sintácticos, acompañados de elementos anafóricos; “por ti” ----- Estrofa VIII (égloga I)
- Aliteración de S, L, N, R, todas las consonantes líquidas; esa naturalidad le hace ser sencillo.
- Sencillez de las comparaciones, imágenes y metáforas:
* Elige la hiedra, que la utiliza como elemento de amor ya que ésta siempre está viviendo junto a una pared, depende de ella; abrazarse.
* Metáfora del mármol como símbolo de dureza
* Metáfora del fuego (arder, ardiente, encendido...) como símbolo de amor, pasión. (Lumbre, luz)
* Metáfora de nieve, símbolo de desdén, frialdad.
* “tela delicada” para referirse a la vida
* “columna” por cuello
*usa los metales para referirse a los rasgos físicos de la amada:
. Oro ----cabello rubio, dorado techo----cabello rubio, rubí----labios rojos.
Una de las notas más destacadas de Garcilaso es el uso de la adjetivación que en el renacimiento alcanza un auge especial; nitidez y luminosidad de la adjetivación. Utiliza adjetivos referidos al color, sonido, tacto.
-Amarillo, blanco, verde (pertenecen a la gama fría, no son estridentes sino que buscan equilibrio)
- “dulce”, “suave”--------referidos al sonido
- “blando”, “delicado”---------referidos al tacto.
Este estilo natural, reposado, lleno de delicados matices cromáticos y musicales es fruto de un largo aprendizaje y de un contacto cada vez mayor con la literatura clásica e italiana, por eso, los primeros versos, pobres de adjetivación y de imágenes recuerdan la poesía cortesana del siglo XV y están a gran distancia de la maravillosa égloga III, por ejemplo.
División de su obra
Realmente Garcilaso dejó pocos poemas y es probable que parte de su obra se perdiera; Ya hemos dicho que fue editada junto con la de Boscán en 1543. Con lo que se conserva podemos hacer la siguiente división:
a) Algunas composiciones en metros cortos tradicionales castellanos:
-9 coplas en versos cortos castellanos.
b) Composiciones en metros italianos:
-38 sonetos
-5 canciones
-3 églogas
-2 elegías
-1 epístola.

LOS SONETOS
Recordemos que un gran poeta del S. XV, Santillana, fue el primero en escribir sonetos en castellano (“fechos al itálico modo”) pero fue un intento fallido; sería con Garcilaso con quién se consolidó el soneto.
Los primeros sonetos que escribiera tienen todavía un lenguaje cancioneril, con una exaltación de la amada y del amor cortés; en otros posteriores se alcanza gran madurez emocional y equilibrio estilístico. El amor que Garcilaso presenta en estos sonetos va más allá del amor cortés de la poesía cancioneril. No es un amor fingido, concebido como juego literario, sino un amor sincero, inspirado por el que el autor sintió hacia Isabel Freire.
Quizá el soneto más conocido es el XXIII, donde aparece el tópico carpe diem (tópico clásico que deriva de la oda de Horacio):
“En tanto que de rosas y azucena
Se muestra el color en vuestro gesto
Y que vuestro mirar ardiente, honesto...”
En los poemas del carpe diem, la invitación vehemente no se refiere al goce vital sino a la consideración de la fugacidad de la hermosura.
La dama a la que se dirige el poeta es un arquetipo, una mujer concreta que se ha convertido en un ideal, como Laura de Petrarca. Sólo se nos habla de tres de sus rasgos: semblante rojo y blanco, largos cabellos rubios, cuello blanco e enhiesto. Encantos que son convencionales dentro del Rto. La dama se nos describe de una manera gráfica, por medio de imágenes plásticas y de color, aunque sus perfiles son imprecisos. Garcilaso consigue liberar su figura de lo meramente local y biográfico sin hacer el sacrificio de la sinceridad. Aparte de los sonetos amorosos, hay otros que relatan asuntos mitológicos. A menudo amor y mitología se mezclan en una misma composición. Un ejemplo característico de soneto mitológico es el XIII---transformación de Dafne en laurel al huir de Apolo.
“A Dafne ya los brazos le crecían
Y en luengos ramos vueltos se mostraban
En verdes hojas vi que se tornaban...”

LAS CANCIONES
La canción italiana culta es un tipo de composición que procede de Petrarca. Está formada por un número indeterminado de estrofas, llamadas estancias; cada estancia está, a su vez, formada por un número variable de versos heptasílabos y endecasílabos que se combinan a voluntad del poeta. Una vez fijado el esquema en la primera estrofa, se repite a lo largo de la canción.
De las cinco canciones escritas por Garcilaso, destaca la Canción V, titulada “Oda a la flor de Gnido”. Se trata de una canción que Garcilaso dirigió a una dama de Nápoles, para que correspondiera al amor que por ella sentía un amigo del poeta. Garcilaso emplea por 1ª vez un tipo de estrofa muy utilizada por los poetas de renacimiento, la lira.
“Si de mi baja lira
Tanto pudiese el son que en un momento
Aplacase la ira
Del animoso viento...”

LAS ÉGLOGAS
Definamos en primer lugar qué es una égloga.- poema lírico dramático en el que hablan varios personajes, pastores, que expresan alternativamente sus sufrimientos de amor. Esta acción se desarrolla en el marco de una naturaleza idílica.
Égloga I
Es quizá la mejor obra de Garcilaso. En ella dos pastores -Salicio y Nemoroso- se quejan de su suerte. El amor de Salicio no es correspondido por Galatea, y Nemoroso llora la muerte de su amada Elisa.
En realidad, ambos pastores son el desdoblamiento del propio Garcilaso, lo mismo que Galatea y Elisa son las dos facetas de Isabel Freire que hicieron sufrir al autor: el desengaño amoroso y la muerte. Por eso los temas centrales son:
-El canto del desengaño.
-El canto de la muerte.
En el poema, la naturaleza y el sentimiento del poeta van unidos, pues con el dolor de ambos pastores se altera el curso armonioso de la naturaleza; así, las ovejas se olvidan de pacer, las piedras se enternecen, los árboles se inclinan y las aves se compadecen de la pena que invade el alma de los pastores.
Salicio no encuentra escapatoria para el dolor que lo domina y sólo encuentra momentáneo alivio en dejar correr las lágrimas: “Salid sin duelo, lágrimas corriendo”.
Nemoroso, en cambio, espera poder reunirse con su amada más allá de la muerte. Por eso dirigiéndose a Elisa como si ella pudiese escucharlo, le pide que ruegue por él, para que ambos se encuentren en el cielo de Venus y pueda alcanzar la felicidad eterna.
“Divina Elisa, pues agora el cielo
Con inmortales pies pisas y mides, (...)
¿Por qué de mi te olvidas, y no pides
Que se apresure el tiempo en que este velo
Rompa el cuerpo, y verme libre pueda (...)? “

Estilo:
Consta de 421 versos distribuidos en 30 estrofas llamadas estancias (composición de endecasílabos y heptasílabos con orden fijado libremente por el poeta, pero repetido a lo largo del poema)
Las características de su estilo son:
-Uso de exclamaciones y de interrogaciones retóricas
-Usa la hipérbole al tratar del proceso amoroso
-Naturalidad, buen gusto en el uso del castellano.
-Equilibrio y simetrías en las estructuras: bimembración de versos:
“Estoy muriendo, y aún la vida temo
témola con razón, pues tú me dejas.”
-Duplicación o triplicación de elementos:
“Atravesaba el fresco y verde prado”
“Corrientes aguas, puras, cristalinas”.
Como ya dijimos anteriormente, este equilibrio se produce incluso en la estructura interna de la égloga: dos pastores, Salicio y Nemoroso.; También este equilibrio se produce en la estructura externa, se da en todas las estancias. Hay una distribución numeral equilibrada del número de sílabas de cada verso.
La estructura es simétrica; comienza y termina con un endecasílabo: 11 - 7 - 11 - 7 - 11.

“El dulce lamentar de dos pastores
Salicio juntamente y Nemoroso,
he de cantar, sus penas imitando;
---------6 endecasílabos
cuyas ovejas al cantar sabroso
estaban muy atentas, los amores,
de pacer olvidadas, escuchando
Tú, que ganaste obrando
un nombre en todo el mundo
----------3 heptasílabos
y un grado sin segundo,
agora estás contento, solo y dado
al ilícito gobierno del estado,
----------3 endecasílabos
albano; agora vuelto a la otra parte,
resplandeciente, armado,
----------------------1 heptasílabo
representando en tierra el fiero Marte”. ----------1 endecasílabo.

Pero además otra muestra de equilibrio la tenemos en la propia distribución de las estancias:

DEDICATORIA--------3 estancias
INTODUCCIÓN--------1 estancia.
Comienza con el amanecer: “Saliendo de las ondas encendido rayaba de los montes el altura el sol”
SALICIO--------------12 estancias
INTERMEDIA----------1 estancia
NEMOROSO---------12 estancias
CIERRE------------------ 1 estancia
Termina con el anochecer:
“El fugitivo sol, de luz escaso su ganado llevando
se fueron recogiendo paso a paso”
Además de todas estas simetrías, tenemos otros rasgos de estilo:
-Rica adjetivación para destacar sensaciones visuales, táctiles y anímicas. Estos adjetivos se realizan casi siempre mediante epítetos. En general, los epítetos de significación positiva se aplican a la descripción del paisaje, a la descripción de Galatea y Elisa o a la descripción de sentimientos pasados de Nemoroso y Salicio:
“fresco y verde prado”, “fresco viento”, “dulce primavera”, “dulce habla. Aparecen también epítetos de significación negativa: “sempiterno llanto”, “triste soledad”, “penosa vida”. Los epítetos de esta serie se aplican a la descripción de los sentimientos presentes de Salicio y Nemoroso y revelan el dolor y desamparo en que viven ambos pastores.
-Abundantes interrogaciones retóricas encadenadas, que reflejan la soledad de los pastores y la pena que les causa la ausencia de las respectivas amadas. En el caso de Nemoroso, estas interrogaciones repiten el tema del “Ubi sunt?”, tópico frecuente de la literatura medieval:
Nemoroso:
“¿Do está agora aquellos claros ojos...?
¿Do está la blanca mano delicada...?
¿adónde está? ¿Adónde el blanco pecho?
¿Do la columna que el dorado techo
con presunción graciosa sostenía...?”
-Antítesis entre el placer pasado y el dolor actual, motivo este que se repite a lo largo de toda la égloga. Las antítesis se resuelven en algún caso en paradojas que recuerdan el amor cortés de la poesía cancioneril:
“Estoy muriendo y aún la vida temo”
-Hipérbatos numerosos, que tienden a destacar el elemento antepuesto:
“La que de su dolor culpa tenía”
Nos hallamos, en síntesis, ante un poema, que tanto formal como temáticamente es de corte renacentista; cuando Garcilaso elige la canción culta italiana para expresar el lamento amoroso de unos pastores en el marco de una naturaleza idílica, no sólo está renovando la lírica española con nuevas formas métricas y nuevos motivos; está, además, iniciando una tradición que seguirán los mejores poetas del Siglo de Oro español.

Égloga II
Está escrita íntegramente en forma de diálogo. Tiene presentación, nudo y desenlace, con lo que entra a formar parte del género dramático. Trata de los infortunios sentimentales del pastor Albanio enamorado de Camila desde su niñez. Es un amor no correspondido y esto es lo que provoca el conflicto en la I Égloga.

Égloga III
En esta égloga el poeta maneja con mayor soltura todos los recursos literarios, y como ya el dolor no es la materia que mueve su lengua, recurre a las narraciones mitológicas. La acción transcurre en un lugar idealizado cerca del Tajo. De las aguas apacibles y transparentes del río surgen cuatro ninfas que con el oro oculto en las arenas tejen tapices mitológicos, cuyos motivos son el amor y la muerte. En estas bellas labores de las ninfas se encuentra la historia de la persecución de Apolo y Dafne, la bajada de Orfeo a los infiernos para rescatar a Eurídice, el mito de Venus y Adonis y, como colofón, la 4ª ninfa teje una historia contemporánea: la muerte de Elisa y la pena de Nemoroso.
Aunque en las cuatro escenas aparece el dolor, la poesía no está dominada por la sensación de dolor. Hay un distanciamiento, logrado por las escenas mitológicas y la muerte de Elisa es vista por Garcilaso en perspectiva. El dolor pertenece ya al pasado.

SIGNIFICACIÓN DE SU OBRA
Garcilaso instala en nuestra literatura, para siempre, un lirismo que busca la comunión de sentimientos con el lector. En resumen, con él empieza la lírica española moderna. La revolución de la obra de Garcilaso cambió el rumbo de la poesía española, y lo encaminó hacia la modernidad.
Su huella es profunda y se deja sentir en los poetas de las distintas escuelas de Siglo de Oro, tanto en los poetas de la escuela salmantina y sevillana, como en los poetas ascético-místicos.

FUENTE: Departamento de Lengua Castellana y Literatura, IES La Jara.

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