1620
EN LA MUERTE DE UN CABALLERO MOZO
Ave real, de plumas tan desnuda
que aun de carne voló jamás vestida,
cuya garra, no en miembros dividida,
inexorable es guadaña aguda,
lisonjera a los cielos, o sañuda
contra los elementos de una vida,
florida en años, en beldad florida
(cuál menos, piedad árbitra lo duda),
no a deidad fabulosa hoy arrebata
garzón, que en vez del venatorio acero
cristal ministre impuro, sino alado
espíritu que, en cítara de plata,
al Júpiter dirige verdadero
un dulce y otro cántico sagrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario